En términos generales las lesiones corporales, son lesiones que finalmente se curan y que en general tratadas correctamente no tienen consecuencias, sin embargo los traumatismos en la cabeza, incluso los menos aparatosos, pueden provocar lesiones.
Es fácil reconocer una lesión de la cabeza cuando el deportista ha pedido el conocimiento, pero existen muchas lesiones aparentemente leves en que no hay pérdida de conocimiento, si no que empeora de forma transitoria su receptividad o sufre amnesia de fijación, lo que hace en ocasiones difícil su diagnóstico. Existen muchas clasificaciones descriptivas de lesiones de la cabeza, pero se pueden considerar tres grandes categorías: Lesiones craneales, Conmociones y lesiones intracraneales. Los mecanismos de lesión lo podemos considerar en tres: Por traumatismo directo o contragolpe. El segundo mecanismo productor de lesión son las fracturas de cráneo que pueden producir daño directamente en el encéfalo bajo el punto donde se encuentra la fractura. “El tercer mecanismo obedece directamente a la tercera ley de Newton (fuerza igual a masa por la aceleración). La cabeza de un deportista puede soportar la acción de fuerzas mayores sin que se produzcan lesiones cuando los músculos del cuello están tensos y la columna cervical se vuelve como una barra rígida que conecta a la cabeza con el cuerpo (esto se convierte en la masa del cuerpo) y si los músculos del cuello no se hallan suficientemente tensos, la masa del cerebro equivale en esencia a su peso, por lo cual una fuerza externa del mismo grado genera una aceleración mucho mayor de la cabeza y cuello, produciendo un movimiento mayor y posiblemente una lesión. Por ello el deportista corre mayor riesgo de sufrir una lesión cuando los músculos del cuello son débiles y la columna cervical no presenta una consistencia rígida. Un buen ejemplo es cuando un deportista no ve venir el golpe, cuando pierde el conocimiento y, al caer, no mantiene la rigidez del cuello.”
Ante un traumatismo en la cabeza se deben tomar acciones inmediatas y de valoración para determinar el grado de alteración que presenta el deportista, sobre todo si el deportista esta inconsciente, se debe tratar como si el paciente pudiera tener una fractura de columna cervical y siempre deberá inmovilizar de inmediato. En los casos de que el paciente este consiente, hay que valorar varios aspectos en los que el nivel de orientación, si hay amnesia y la capacidad para retener nueva información. Así mismo se deberá valorar la presencia de signos neurológicos como dolor de cabeza, aturdimiento y dificultad para mantener el equilibrio, coordinación y funciones sensorio motoras. Si bien es cierto que se debiera valorar todos y cada uno de los datos mencionados, hay que enfocarse en general sobre el estado mental y el nivel de conciencia en forma inmediata. Y siempre apoyarse de un profesional que pueda tener la habilidad de hacer un diagnóstico rápido y tomar decisiones en pro del cuidado y seguridad el deportista accidentado, siguiendo los protocolos ya preestablecidos.
Las lesiones de la cabeza se consideran como una concusión en general, dentro de las que se considera a la conmoción cerebral, el síndrome del segundo impacto o edema encefálico maligno, hematomas y hemorragias intracraneales. En este concepto implica un traumatismo craneoencefálico o golpe en la cabeza contra algún objeto o de que está sea golpeada o impactada por otro objeto (en el deporte pudiera ser contra otra cabeza o casco contra casco en caso del futbol americano), esto puede generar o no perdida del conocimiento, lo hace más difícil para el medico de campo que debe estar atento siempre al desarrollo de la jugadas para identificar los mecanismos de traumatismo, en especial, los que se ocurren en la cabeza.
En el caso de Conmoción cerebral de 2º. o 3er. grado el deportista pierde el conocimiento por un periodo de tiempo por lo que en estos casos es obvio para el personal médico y depende el tiempo que presente de amnesia de fijación incluso esto sirve para clasificarlo aunque no haya perdido el conocimiento.
Otro fenómeno es el Síndrome de segundo impacto, que se produce cuando se le permite al deportista participar en el mismo partido entrenamiento en el que se produjo ya un traumatismo en la cabeza, esto suele ser muy peligroso porque al recibir un traumatismo más, puede cursar con síntomas leves como dolor de cabeza, mareo o amnesia y evolucionar rápidamente a una postura de descerebración (Este tipo de postura por lo general significa que ha habido daño grave al cerebro).
Por último los hematomas, estos se presentan después del traumatismo y depende de la prontitud de su detección y manejo para el buen control y pronostico, ya que pueden provocar la muerte del deportista.
Por todo lo anterior es necesario tener un conocimiento profundo sobre este tipo de lesiones para que el actuar del médico de campo, siguiendo protocolos precisos y sobre todo la toma de decisión para retirar a un jugador del campo oportunamente y darle un seguimiento adecuado, asegurando su integridad y salud.