El triatlón se ha convertido en uno de los deportes de resistencia más practicado en los últimos años en el mundo entero, el cual presenta demandas biológicas específicas que lo hacen distinto de otros deportes. Así mismo, el hecho de haberse popularizado tanto en las últimas décadas ha generado la necesidad de buscar elementos que permitan tener mayor eficiencia en el desarrollo de este deporte, tanto en los materiales e implementos para su desarrollo, como en el apoyo científico para mejorar el rendimiento físico y, en la búsqueda de los mejores métodos de entrenamiento. Entendiendo que los triatletas de nivel elite cuentan en general con este apoyo y entrenadores que les cubre en gran parte estas necesidades.
En el triatlón no solo se requiere de una resistencia cardiovascular adecuada, traducida por los periodos de estímulos eficaces para alcanzar los procesos de adaptación óptimos individualizados de cada una de las disciplinas que lo componen, si no que, se requiere también de mantener o incrementar los niveles de fuerza que permitan soportar las cargas impuestas de acuerdo a las características del terreno y la altimetría del evento, y no solo eso, también para prevenir lesiones, por lo que nadar, pedalear y correr no son suficientes para mantener los niveles de fuerza.
Las investigaciones científicas han demostrado que después de los 30 años los deportistas activos pierden masa muscular (magra) a expensas de fibras de contracción rápida (encargadas de la fuerza y la velocidad) si es que el deportista o triatleta no se adhieren a entrenamientos de fuerza. Esta pérdida resulta independientemente a la cantidad de ejercicio de resistencia aeróbica que se realice.
Para entrenar fuerza no se requiere de levantar grandes pesos y de aplicarle demasiado tiempo, esto se puede lograr y tener un resultado adecuado para los propósitos dentro de esta disciplina deportiva, si se entrena con cargas de aproximadamente del 75% de 1RM (resistencia máxima) para un total de 10-12 repeticiones, entendiendo por resistencia máxima la mayor cantidad de peso que uno puede levantar en un intento. También se ha demostrado que se puede lograr un buen nivel de fuerza y potencia con 2 sesiones a la semana de 30 a 50 min cada una. No necesariamente tienen que acudir a un GYM, se puede hacer ejercicio que asemeje o imiten las acciones que se implican en el deporte con movimientos funcionales, aplicando cierta carga de trabajo que permita hacer fuerza y potencia y/o con implementos utilizados en los programas de entrenamiento de fuerza funcional en los que se ocupan balones medicinales, tablas de equilibrio, peso libre, ligas y cables, entre otros.
No se debe pasar por alto el periodo de calentamiento y estiramientos que se deben de realizar antes y después de la sesión de entrenamiento.