La diabetes tipo 1 y tipo 2, requieren de un manejo cuidadoso y eficaz para su tratamiento y control.
Dentro de este manejo el ejercicio es una herramienta fundamental, pero se debe contemplar varias circunstancias para que el paciente Diabético (tipo 1 o tipo 2) tenga un buen control de las cargas de trabajo físico-deportivo a través de una correcta prescripción del ejercicio. Con ello las personas con diabetes pueden beneficiarse enormemente de la actividad física, incluso en niveles de alto rendimiento. Sin embargo, para maximizar los beneficios y reducir riesgos, es vital que el ejercicio se realice bajo ciertas precauciones, evaluaciones y estrategias de prevención.
1. Evaluaciones Previas
Antes de iniciar una rutina de ejercicio de alto rendimiento, las personas con diabetes deben someterse a una evaluación completa de salud. Esto incluye:
* Revisión médica general: Un médico debe evaluar el estado general de salud y la estabilidad de los niveles de glucosa en sangre, así como la presencia de complicaciones como retinopatía, neuropatía o problemas cardiovasculares que puedan limitar el tipo o la intensidad del ejercicio.
* Evaluación cardiovascular: La diabetes aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular. Es recomendable realizar pruebas de esfuerzo para conocer el límite de resistencia cardíaca y la recuperación después del ejercicio.
* Valoración de los pies: La neuropatía diabética puede ocasionar pérdida de sensibilidad en los pies, aumentando el riesgo de lesiones. Un médico en general, internista, traumatólogo o médico del deporte entre otras especialidades puede verificar si existen úlceras o deformidades que requieran cuidados adicionales.
* Consulta con un especialista en ejercicio y nutrición: Un profesional especializado en diabetes y ejercicio puede ayudar a crear un plan de entrenamiento personalizado, y a establecer los niveles óptimos de glucosa antes y después del ejercicio.
2. Prevención y Cuidados
El ejercicio de alto rendimiento puede mejorar la sensibilidad a la insulina y ayudar a controlar los niveles de glucosa en sangre, pero para evitar complicaciones se deben considerar ciertas precauciones:
* Monitoreo constante de glucosa: Las personas con diabetes deben medir su nivel de glucosa antes, durante (especialmente en ejercicios prolongados), y después del ejercicio para evitar hipoglucemias (baja de glucosa en sangre) o hiperglucemias (alta glucosa en sangre).
* Hidratación adecuada: La diabetes puede aumentar el riesgo de deshidratación, especialmente en actividades de alta intensidad. La hidratación debe ser constante y adecuada antes, durante y después del ejercicio.
* Cuidado de los pies: Es esencial utilizar calzado adecuado para evitar lesiones y ampollas. Además, se deben revisar los pies al terminar el ejercicio para detectar signos tempranos de irritación o daño.
* Ajustes en la medicación: Para evitar hipoglucemias, el médico puede recomendar ajustes en la dosis de insulina o en el uso de medicamentos hipoglucemiantes antes del ejercicio, en función de la duración e intensidad de la actividad física.
3. Actuación ante Problemas durante el Ejercicio
A pesar de la preparación y prevención, pueden surgir problemas durante el ejercicio, por lo que es importante saber cómo actuar:
* Hipoglucemia: En caso de síntomas de hipoglucemia (mareo, sudoración, temblor, confusión), es fundamental suspender el ejercicio y consumir carbohidratos de rápida absorción, como una bebida azucarada o una barra de glucosa. Una vez que los síntomas hayan desaparecido, se debe verificar el nivel de glucosa y, de ser posible, retomar la actividad solo si es seguro hacerlo.
* Hiperglucemia: Si el nivel de glucosa en sangre es demasiado alto (por encima de 250 mg/dL), el ejercicio intenso puede aumentar aún más la glucosa debido a las hormonas del estrés. En este caso, se debe suspender la actividad y tratar la hiperglucemia bajo las indicaciones del médico.
* Problemas musculoesqueléticos: La diabetes puede afectar la salud de los músculos y tendones, haciendo que los atletas sean más propensos a lesiones. En caso de dolor o inflamación, es importante detener la actividad y consultar con un especialista.
* Deshidratación: La falta de agua puede ocasionar calambres, mareos y otros síntomas graves, especialmente en personas con diabetes. Si se presentan síntomas de deshidratación, se debe rehidratar inmediatamente y evitar reanudar el ejercicio hasta asegurar una adecuada recuperación.
El ejercicio de alto rendimiento es posible para personas con diabetes y puede brindar beneficios significativos para su salud. No obstante, requiere de una planificación cuidadosa, evaluaciones previas, prevención y estrategias de acción ante posibles complicaciones. Al seguir estas recomendaciones y contar con el apoyo de un equipo de salud, las personas con diabetes pueden alcanzar sus metas deportivas y mejorar su calidad de vida.
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